Por: Migdalia Fuentes
Profesora de la USMA

El 13 de noviembre se consagra para rendir reconocimiento a los periodistas por la labor que realizan en bien de la sociedad. Este año diversos sectores de la comunidad panameña se han pronunciado para cuestionar el ejercicio actual del periodismo, exponiendo argumentos que señalan un pobre desempeño y un desconocimiento del entorno en donde realizan su trabajo.

Quizás la ocasión es propicia para hacer algunas reflexiones en torno a este oficio que a lo largo del tiempo recibe críticas y aplausos de una sociedad dividida en cuanto a poder determinar que es lo que realmente espera de quienes se desempeñan en los medios de comunicación social.

Para nadie es un misterio el origen humilde del periodismo de cuya profesión aún en su empírico inicio, surgieron figuras de mucho prestigio y de gran carácter que con su paso por esta profesión, dejaron huellas imborrables. En la década del 60 la Universidad de Panamá elevó a rango universitario los estudios de periodismo, haciendo honor a los esfuerzos previos que se realizaron para dar a esta profesión el toque académico, indispensable en los tiempos modernos en donde la tecnología y el conocimiento científico amplían el radio de acción del hombre.

A este esfuerzo por parte de la academia se han agregado varias universidades del país, que cuentan en su lista de profesiones carreras relacionadas con el periodismo o la comunicación social, logrando captar a una gran cantidad de jóvenes que sueñan con convertirse en verdaderas celebridades.

Esa aspiración legítima y justa es quizás uno de los factores que más perjudica esta profesión, ya que quienes entran a la carrera desconocen o no aceptan que esta profesión se basa en nobles principios dirigidos a informar a la sociedad de hechos relevantes, en donde los actores no son los periodistas sino las fuentes informativas.

Otro aspecto que parece contradecir los principios de veracidad y de libertad de expresión se expresa en el hecho de que el ejercicio puro del periodismo noticioso no debe ser mezclado con comentarios de opinión que a la larga comprometen al periodista y lo hacen perder credibilidad y fuentes informativas.

El periodismo tiene sus reglas y una persona puede ser buen escritor, comentarista o buen locutor, pero no es un periodista si desconoce las reglas técnicas y éticas de la profesión que se le indican desde sus inicios a quienes abrazan esta carrera.

Hay otro tema importante que debe tomarse en cuenta cuando se analiza esta carrera y es el perfil de quien ingresa al Periodismo. Esta es una profesión para gente de carácter, firme en sus convicciones, sin agenda oculta, capaz de dejar atrás tristezas, sinsabores, rencores, siendo conciente de que cada día es un nuevo día y que por lo tanto, lo que pasó ayer deja de ser noticia cuando se enfrenta a otra realidad o hecho noticioso.

Son solo algunos simples aspectos sobre el ejercicio del periodismo, en medio de este mar de comentarios que no podemos obviar y que hace necesario un encuentro con todos los gremios de profesionales del periodismo y la comunicación social y de los mismos periodistas para que alrededor de una mesa de discusión analicemos juntos el tema, sin tapujos pero con respeto y con sinceridad.

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión de esta Universidad.

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