En mis dos escritos “Cómo Dios se manifiesta en los días oscuros” y “Jesús es mi amigo fiel” puse en manifiesto mi sentir al experimentar las pérdidas de dos seres queridos que han marcado mi vida para siempre.

Esta situación me ha hecho más fuerte para enfrentar la vida con retos y desafíos.

No ha sido fácil porque al perder a mi esposo, y teniendo a mi madre en cama, y luego años después perder a mi princesa Isabel, mi madre querida. Mi corazón se rompió en mil pedazos.

La vida me ha golpeado muy fuerte. Es triste encontrar personas que no tienen empatía hacia el dolor de los demás, pero he sido una mujer que ha asumido retos en la vida y saliendo victoriosa porque Dios y la Virgen han sido mi soporte en todo momento.

Este escrito es para aquellas personas que atraviesan una pérdida, porque todos los duelos no son iguales, pero hay que aferrarse a Dios a cada instante. Aunque uno perciba la vida oscura siempre hay una esperanza en encontrar personas que le ofrecen su amistad y lo escuchan, por ejemplo, cuando aborda el metro o un indrive y la persona le dice: “tenga un excelente día” sin conocerlo o cuando uno siente la presencia de sus seres queridos, aunque estés sola en la casa, en hablar con ellos y usted recibe una respuesta a través de una canción que está escuchando y en donde la letra de la música le dice lo valiosa que es.

Al escuchar la misa y en la lectura hay un pasaje que relata esa palabra de ánimo en donde le dice que debe seguir con pasos firme.

Quiero decirle de todo corazón que, si usted enfrenta una situación de duelo, continúe luchando, aunque no es fácil, pero siempre encontrará esa luz en su camino para guiarlo.

Experimente su dolor a su manera, no deje que los demás influyan en su sentir. Si tiene ganas de llorar hágalo, porque las lágrimas limpian el alma.

Debe visitar lugares en donde pueda contemplar la naturaleza y la calidez de las personas y pueda experimentar lo hermoso que es la vida a pesar del dolor que lo consume por dentro.

Dios es nuestra mayor guía espiritual y fortaleza, créame porque yo lo experimento todos los días. A pesar de que vivo sola, al llegar a mi casa no me siento sola, me siento en la mejor compañía de mi padre celestial que está conmigo en todo momento.  Aunque uno no lo pueda ver, pero usted siente que no está solo. Es la fortaleza que él le brinda para que los días sean más llevaderos a pesar del dolor que está enfrentando.

Por:  Licda. Luzmila de Samaniego

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