juventud

La posición de la juventud ante la política es apática en la mayoría de las ocasiones. Esto se debe a que los jóvenes identifican falta de transparencia en el discurso de los políticos tradicionales, viendo mentira y falsedad en cómo se expresan, y notando falta de coherencia entre lo que piensan, dicen y hacen. Las nuevas generaciones, como los millenials y los zetas, quieren personas auténticas, que sientan lo que dicen, que tengan ideales y cero manchas del pasado en su hoja de vida. La juventud busca ser escuchada de manera urgente, que sus ideas sean puestas en práctica y que la participación ciudadana sea cada vez mayor en el panorama político.

Se ha visto el distanciamiento de la juventud de la política debido a la gran cantidad de corrupción, impunidad, nepotismo, clientelismo, selectividad y demás, que se hacen notar de manera recurrente en nuestra Asamblea Nacional, Corte Suprema, instituciones del Estado, etc. Esto causa un efecto dominó: el joven pierde el interés, se decepciona y empieza a mirar a la política con otros ojos, sintiendo espanto de los escándalos que a diario se ven en las noticias, y que parecen normales.

La única manera de cambiar esta realidad es participando, afrontando riesgos sociales, perdiendo el miedo a la crítica, y a la confrontación con los poderes económicos que detrás de cámaras gobiernan el país. Muchos jóvenes ya no están dispuestos a permitir el continuismo del decadente sistema de gobierno. En las elecciones 2024, la juventud representará más del 30% del padrón electoral teniendo así la posibilidad de elegir a conciencia las mejores opciones. El poder de elección es el arma más poderosa que tiene la ciudadanía para cambiar el destino del país.

Los jóvenes representan el futuro y el ahora, quieren un país en donde prime el bien común, y no el beneficio de unos pocos porque muchas veces las leyes no componen los mejores intereses para la gran mayoría. Definitivamente el cambio de consciencia viene acompañado de una fuerte sacudida, podemos notar que en países de primer mundo como Suiza, Alemania, Noruega, etc. Ya hay jóvenes modelos, sistemas de educación funcionales, y un creciente mejoramiento del sistema político.

El mensaje final es: no te quedes criticando, ni quejándote, emprende la acción y asume responsabilidades por el destino del país. Decía Winston Churchill cuando se enfrentó a la tiranía hitleriana: “Un apaciguador es alguien que alimenta al cocodrilo, esperando que se coma a otro antes que a él, y no debemos olvidar que somos dueños de nuestro destino, somos capitanes de nuestra alma”.

Si nos quedamos de brazos cruzados, e indiferentes a la situación política actual, los malos subirán y tarde o temprano la mala administración de los recursos del país, nos afectará a todos y cada uno de nosotros, al menos que con valentía, determinación y con acciones oportunas evitemos que los malos reinen. El mal solo triunfa y tiene cabida, cuando la indiferencia de la gente se lo permite.

Y termino con una reflexión personal: “Si cada uno de nosotros aporta su grano de arena, el contexto político se transformará, los paradigmas se romperán y el mundo cambiará, pero depende de nosotros el resultado final”.

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión de esta Universidad.

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