Untarles sal, cortarlas en rebanas, colocarlas en papel toalla y dejarlas reposar unos 10 minutos hasta que se deshidraten, es el paso más importante para quitarle el sabor amargo a las berenjenas.
Este fue el consejo que compartió la chef Josefa “Fifita” Bichili, directora de la Escuela de Turismo y Gastronomía, con los participantes del taller en el que enseñó a preparar berenjenas a la parmesana con tzatziki.
Luego de quitarles el amargo se pasan por huevo batido con una pizca de pan, pimienta y orégano, y por pan rallado; se fríen y dejan escurrir. La chef recomendó que las rebanadas de las berenjenas no estén gruesas para que queden más suaves y dejó claro que hay personas a las que les gusta dejarlas con cáscara.
La salsa tzatziki se prepara con un yogur natural, un diente de ajo bien triturado, una pizca de sal y pimienta, eneldo o tomillo, unas gotas de limón y dos cucharaditas de aceite de oliva. Se debe dejar de un día para otro en la nevera para que tenga más sabor. Sirve para
acompañar las berenjenas fritas.
Algunos de los participantes optaron por crear una lasagna de berenjenas, la que luego de frita se coloca en capas, se le vierte salsa y queso mozarella. Quienes lo prefieren pueden incorporarle también queso parmesano. Se debe hornear durante 15 minutos.
Se disfrutó de una relajante noche en comunidad con muchas preguntas, nuevos miembros para el Club de Cocina USMA y nuevas ideas para próximos eventos.
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