Revolución arquitectónica

Al iniciar el curso lectivo denominado «Segundo Cuatrimestre 2020» de la Universidad Católica Santa María La Antigua y en medio de esta cuarentena que vivimos colectivamente, me detengo a reflexionar sobre algunos conceptos que siempre me han inspirado en esta noble y creativa profesión de arquitecto en todas sus líneas de ejercicio profesional: el diseñador, el constructor, el inspector, el servidor público, pero especialmente el arquitecto docente y el futuro arquitecto, como acostumbro llamar a quienes atienden mis clases.

Hoy quiero proponerles explorar el término Materialidad desde una óptica distinta, la arquitectónica, como una síntesis del matrimonio que debe existir entre la intención del arquitecto diseñador considerando las cualidades de los materiales disponibles en nuestro tiempo en medio de la virtualidad.

En la práctica, la materialidad es una cosa que suele ser normal y muy presencial. Tal matrimonio entre el diseño y los materiales solo es posible hoy haciéndolo explícito y no sorpresivo. Para lograrlo se viene un reto importante ante el inminente distanciamiento social que exige el futuro inmediato.

Los materiales utilizados en obras arquitectónicas y cómo los manejamos, usualmente representan etapas o momentos de nuestra historia. Las nuevas tecnologías disponibles tanto para el desarrollo de nuestros diseños, como para la fabricación de nuevos materiales y usos de ellos deben decantar en una revolución de la arquitectura.

La situación actual nos obliga a explorar más seguida y profundamente las nuevas tecnologías de comunicación de forma virtual; a actualizar los recursos y softwares para diseño; a cambiar el método de estudio, análisis, ejecución, medición y seguimiento de nuestros sistemas constructivos, así como la asimilación y entendimiento de las nuevas tecnologías y la forma cómo afrontaremos los retos que se nos vienen. ¡Oye!, Que panameños han construido un hospital modular en 30 días! Este hecho marca un punto de inflexión en nuestra historia. Algo que a nadie se le pasó por la mente fue que realizaríamos un proyecto hospitalario con una solución de arquitectura modular de emergencia y en tiempo récord, especialmente con las últimas experiencias sin terminar que aún arrastramos. Así, de un tirón, aplicamos ese conocimiento, talento y tecnología disponibles; acomodamos los recursos, la voluntad: se logró el hito! Sin previo aviso, pero con determinación, la revolución arquitectónica nos muestra sus bondades.

El rápido desarrollo que vivimos debemos aplicarlo en nuestro ejercicio profesional. El estudio de las nuevas tecnologías, materiales y sus aplicaciones ante la inminente debacle económica debe ser una acción imperante en el quehacer diario. Las ofertas sobreabundan: hay webinars gratuitos para todo; bibliotecas y casas editoriales ofrecen descargas gratuitas de muchos libros. No hay excusa. Aprovechemos estas herramientas que, unidas a las técnicas existentes, contribuirán a alcanzar la excelencia.

La revolución arquitectónica enfocada en la materialidad virtual que vivimos debe centrarse en ampliar las capacidades en medio de este aislamiento. Desde la trinchera universitaria hay que plantear soluciones de cambio y mejora de la calidad de los espacios públicos, movilidad urbana y transporte masivo para que se apliquen eficazmente las normas de distanciamiento social. Urge que las mentes adiestradas y experimentadas con las que contamos fomenten espacios para proponer los cambios necesarios a fin de afrontar la nueva normalidad en nuestra vida.

Urge actualizar la normativa para el diseño y construcción, puesto que el modelo de negocio inmobiliario ya pedía cambios antes de la pandemia. Considerar incentivos para soluciones correctamente diseñadas que permitan densificar el centro de nuestras ciudades y aprovechar los beneficios que esto conlleva, no debe faltar.
Este escrito tiene la intención de que compartamos nuestro conocimiento y continuemos con la búsqueda de mejores soluciones para el bien de la sociedad en general, previendo los desafíos que experimentaremos a muy corto plazo. ¡Juntos podemos!

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión de esta Universidad.

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