La lección Inaugural del año lectivo 2019 se realizó en la Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA) en presencia del Gran Canciller S.E.R. Monseñor José Domingo Ulloa; el Rector Magnífico Ing. Juan Planells Fernández, autoridades, personal administrativo, docente y estudiantil.
En el acto solemne se recordaron las antiguas tradiciones universitarias, en el marco de la evolución constante de la educación superior, que lleva a reflexionar sobre el papel y el hacer de la Universidad en el ámbito social. La Lección Inaugural fue antecedido por la celebración de la sagrada eucaristía.
Denominada también “Lectio Prima”, el gimnasio de la USMA fue escenario para el inicio del acto, en el que el Rector Magnífico, Juan Planells, en su bienvenida, resaltó que, luego de 53 años de haberse creado la Universidad, se siente una fuerza especial por la inspiración proporcionada por la visita del Papa Francisco, bajo cuya guía la juventud estudiantil tiene la oportunidad de forjarse como ejemplo para otros jóvenes.
“Serán ustedes los únicos profesionales que han tenido la oportunidad de firmar un pacto ético”, indicó el Rector, citando las palabras del Pontífice “Armen líos”, “Salgan del sofá”, y decídanse a construir puentes, no muros.
Luego, el estudiante Julio Solís, presidente de FEDEUSMA 2019, exhortó al estudiantado a ser agentes de cambio para Panamá, estudiar todo lo que puedan para que en el futuro tengan las herramientas suficientes para alcanzar sus metas.
Por su parte S.E.R. Monseñor José Domingo Ulloa, encargado de realizar la conferencia inaugural de este año, con el título “Retos de la JMJ 2019 para la Iglesia, para Panamá y para la USMA”, subrayó el objetivo en la Universidad Católica, que es el de dar una especial importancia no solo a los aspectos académicos, sino también a la investigación. En el caso de la Universidad Católica se añade un interés por el diálogo entre la fe y la razón, y entre el Evangelio y la fe. Fruto de su identidad católica se tendrán en cuenta los principios éticos y religiosos del actuar humano así como la promoción de la justicia social.
Culminó su discurso diciendo: “Los dones del Espíritu están llamados a dar frutos del Espíritu”, Frutos que se deben manifestar en un cambio social, con menos consumismo y corrupción, con más justicia y equidad; con menos violencia y más fraternidad; con respeto a quien es diferente o de otra nacionalidad o creencias. Frutos de vida cristiana, de fe, de oración, de opción por lo pobres, de compromiso por la formación y disponibilidad apara el servicio, de sentido común.
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