estrés universitarioestres universitario

El estrés se asocia comúnmente al nerviosismo, tensión, cansancio, agobio, inquietud y otras sensaciones producto de la presión ante las actividades del día a día.

Lo preocupante es que cada vez es más frecuente y con mayor incidencia en estudiantes universitarios. Según datos estadísticos las personas más estresadas del mundo se encuentran en el rango de los 18 a los 33 años, y gran parte de ellas son estudiantes. A este tipo de estrés se le conoce como estrés académico.

También hay que reconocer que ante constantes necesidades, como lograr mejores resultados en sus calificaciones y el formar parte de iniciativas y proyectos en sus universidades, en su comunidad o entre conocidos su tiempo cada vez es más limitado y sin una planificación adecuada se convierte en el escenario perfecto para padecer de esta enfermedad.

Causas del estrés académico:

  • Falta de planificación y organización
  • Presiones propias y externas para alcanzar mejores resultados
  • Competitividad
  • Bajos niveles de autoestima
  • Persistentes problemas personales

La buena noticia es que hay manera de no caer en este rango de estadísticas sobre afectados por el mal. Repasemos algunas:

  • Escucha música, de tu preferencia, mejor si es música de relajación o clásicas.
  • Pasea: dedica un par de horas a la semana para caminar, esto relajará el cuerpo)
  • Realiza ejercicios o cualquier actividad física
  • La planificación es súper importante, aunque sea establece las actividades y deberes que tengas y el tiempo del que dispones para poder cumplirlas.
  • Consigue un accesorio antiestrés (finger spinner, pelota de plástico pequeña que puedas apretar con tu mano, entre muchas opciones más, es solo cuestión de buscar)
  • Duerme lo suficiente (lo más recomendable son 8 horas)
  • Utiliza apps para despejar tu mente: tipo educativas como de curiosidades o juegos simples que no requieran mucha exigencia.
  • Medita: así como se aconseja contar de manera regresiva para guardar la calma, también el despejar la mente ayuda muchísimo.
  • Aléjate de distracciones, si eres de los que procrastinar se ha convertido en todo un hobbie es mejor atacar el problema de raíz y comenzar a quitar de tu área de trabajo todo aquello que robe tiempo.
  • Aplica nuevos métodos de estudios. Mapas conceptuales, lecturas rápidas, repaso, lectura comprensiva o subrayada.

Artículo por: Diego Santamaría

Conoce de otras actividades realizadas en la USMA visitando nuestra sección de Vida Universitaria. Para recibir el nuevo contenido de Haciendo Universidad, recuerda suscribirte. Si deseas escribir para Haciendo Universidad, escríbenos a dci@usma.ac.pa

Lee también

Desde los Pasillos, con la profesora Priscilla Lee

Participa por el Premio CITI MICROEMPRESA PARA EL DESARROLLO (PREMIC)

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

25 + = 33

error: Copyright ©. Universidad Santa María la Antigua