adicción

Por: Psic. Ángela María Rodríguez P.

Especialista en adicciones y conductas adictivas y docente en la Facultad de Humanidades y Teología

Lo primero que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en alguien que amamos y sufre es ayudarlo, y cuidarlo por siempre y para siempre; si algo puedo decirte es que será un camino largo, exhaustivo y muy doloroso. ¿Por qué? Porque es un camino hacia la autodestrucción que irá tomando fuerza con el pasar de los días, meses y años.

Realmente nunca dejarás de amar a esa persona, tal vez ya no te guste como antes, pero añorarás cada vivencia compartida, y te diré la verdad: ninguna de esas cosas volverá; En cambio, verás que seguirá manipulando, mintiendo y te preguntarás si no te ama lo suficiente para dejarlo. Una vez más te diré algo: aunque no quiera lo hará, es simple, es parte de su enfermedad. Probablemente pase mucho tiempo antes de que te des cuenta que no hay nada que puedas hacer. En algún punto llegarás a sentirte mal por pensar que quisieras sacarlo de tu vida, es tu decisión el continuar o darle un alto a la relación que posiblemente desde hace mucho se ha convertido en miseria, llanto y soledad. El problema más grande de amar a un adicto es que muchas veces la ayuda necesaria es ruda, fuerte y todos a tu alrededor pensarán que no estas siendo lo suficientemente buena pero te diré algo, lo estarás haciendo bien.

Recuerda que cuando el que amas sufre de adicción y ha recaído, jamás volverá a ser la misma persona que fue, aunque hayan pasado dos días. Volverá a repetir comportamientos como mentiras, manipulación; y cuidado con caer en ellas. Además, nunca pienses en lo que harías tú en su lugar, no todos pensamos de la misma manera, y de todas formas en esta enfermedad lo último que haces es tomar buenas decisiones.

Debes ver la realidad, saber con qué cuentas, buscar las herramientas necesarias para seguir adelante, se trata de combatir la enfermedad, no hacer sentir mal a tu ser amado. No creas poder solo, recuerda que para esto existen especialistas a los que pueden asistir, tú para orientación y

él/ella para su tratamiento, recuerda: si el adicto no quiere cambiar, no hay nada que tú puedas hacer; el cambio se dará cuando él tome la decisión. Debes ser paciente, muchas veces necesita tocar fondo para salir de la oscuridad.

Es importante que pienses en ti, en tu amor propio, en reconocer tus límites, recuerda que muchas veces el amor no es suficiente.

Si crees que necesitas apoyo, no dudes en buscar ayuda profesional.

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