En momentos de gran agobio necesitamos poner en marcha un plan rápido para contrarrestar la situación. Existen distintas maneras conocidas para relajarse en casos de estrés, pero algunas requieren mucho tiempo disponible o son bastante elaboradas. Lo mejor es dominar técnicas que se puedan practicar en cualquier instante y lugar, que no requiera muchos detalles y sean efectivas.
No todas las personas reaccionan igual ante situaciones estresantes y no todo nivel de estrés es idéntico. El primer tipo de estrés te ayuda a sobrevivir controlando situaciones peligrosas; estrés agudo. Se experimenta en escenarios de la vida cotidiana como presionar los frenos del auto o una pelea de pareja.
El segundo tipo de estrés, que en exageración puede causar enfermedades importantes, es el estrés crónico. Este es el que puede extenderse durante un periodo prolongado, y es producto de circunstancias como problemas de dinero o un matrimonio infeliz.
La Sofrología es una escuela científica que se usa como método alternativo para combatir un sinnúmero de situaciones, entre estas el estrés. Esta sirve como entrenamiento para desarrollar capacidades y consiste en controlar la respiración mediante ejercicios, técnicas de relajación y algunos movimientos corporales.
Provoca que la persona desarrolle la capacidad de autorregular el nivel de estrés. Los ejercicios son sencillos y ayudan a liberar la hormona acetilcolina (hormona antagonista del estrés).
Algunos consejos de esta ciencia para despejar la mente, aumentar la asertividad y crear una mejor gestión del tiempo son:
1. Concéntrate en tu respiración
Sentado o acostado, coloca las dos manos en tu área abdominal y lentamente comienza a inhalar por la nariz y a exhalar por la boca. Asi manteniendo la concentración en el movimiento de las manos por la respiración. Repetir 10 veces.
2. Conéctate contigo
Cierra los ojos, afloja cualquier prenda que esté apretada y empieza imaginando tu cara. Relaja la frente, se ve mejor sin esas arrugas causadas por fruncir el ceño. Afloja la mandíbula, no es bueno hacer tanta presión con ella. Continúa este ejercicio visualizando como sería cada parte de tu cuerpo en un estado de relajación hasta que llegues a él.
3. Mente controla cuerpo.
Tu cuerpo no llegará a un estado placentero si la mente no lo guía a este lugar. En el momento del estrés, empieza por calmar tu mente con frases estimulantes, por ejemplo: La paz comienza con una sonrisa. A todo atardecer sigue un amanecer.
4. Imaginación.
Pensar en un lugar o un paisaje que nos dé una sensación positiva. Para que sea efectivo cada persona debe personalizarlo, puede ser un sitio real o ficticio, el único requisito es que esté lleno de cosas que te hagan feliz.
Conocernos a nosotros mismos, sentirnos y percibirnos es la forma que da el mejor resultado cuando se trata de contrarrestar el estrés. Desarrollar estas habilidades nos permite tener control total sobre nuestras reacciones ante cualquier situación.
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