En la siguiente entrevista, la doctoranda Johanna Lastra, egresada de la licenciatura de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA) en 2005, cuenta cómo ha sido experiencia como profesional y cómo la universidad marcó su desarrollo personal y académico de una forma única.
Esta entrevista fue realizada por la Dirección de Relaciones con los Egresados, a cargo de la profesora Miroslava Alzamora.
¿Qué Marca dejó la USMA en su formación profesional y cuáles han sido sus logros?
Edgar Morin, uno de los intelectuales y pensadores más destacados del siglo XXI, señaló en una ocasión que «La verdadera forma de enseñar no es transmitir conocimientos, sino despertar la conciencia».
Esta perspectiva evoca el sentido real de la profunda marca que dejó mi experiencia en la Universidad Santa María La Antigua, a través de un sentido de conciencia social y compromiso ético que, inculcados y reforzados por las enseñanzas de mi madre y abuela, alcanzaron su corolario con mi paso por la Universidad Santa María La Antigua.
Las instituciones demuestran su esencia a través de la calidad humana de las personas que la conforman.
Bajo esta premisa, la Universidad Santa María La Antigua, dejó una marca indeleble en mi desarrollo como ser humano, precisamente por la calidad de personas que tuve el privilegio de conocer en sus aulas».
Personas como el profesor Isaac Chan Vega, Laurentino Díaz, Ricardo Ríos, o el profesor Francisco Blanco, demostraron a través de hermosos gestos de empatía en momentos particularmente desafiantes, que la docencia es una vocación, capaz de transformar historias de vida.
Con respecto a mis logros, siempre he considerado que la meritocracia puede ser engañosa, si no se observa bajo un prisma de humildad, ya que corremos el riesgo de inflar los propios egos y obnubilar el juicio sobre nuestro papel en el mundo, por ende, no acostumbro a hablar de mis logros y procuro más bien, centrarme en resaltar, respaldar e impulsar los logros de otras personas.
No obstante, cumpliendo con el formato de la entrevista, en cuanto a mis logros académicos puedo resaltar, que cuento con tres maestrías y un doctorado en gestión pública y ciencias empresariales en proceso, los cuales pude estudiar gracias al otorgamiento de tres becas completas, fui merecedora del primer lugar en un concurso en el que participaron líderes y gestores públicos de Iberoamérica, por un espacio como colaboradora de la coordinación del máster en gestión pública de la Universidad Complutense de Madrid, obtuve el primer puesto de honor del Concurso de Carrera Diplomática (Promoción Juan Antonio Tack), lo que me valió la oportunidad para ingresar al Ministerio de Relaciones Exteriores.
Así como reconocimientos por parte de algunas instituciones que, de manera inestimable, le dieron valor a mis aportes y trayectoria, otorgándome el Premio Banco General a los Valores Humanos, el Premio Jóvenes Sobresalientes en la categoría Liderazgo y logros académicos de la Cámara Junior y el Premio Huellas del Istmo en la categoría excelencia y compromiso con la paz, otorgado en septiembre de este año 2023 por la Universidad del Istmo.
¿Cree que la USMA ha influido en estos logros?
Cuando se brindan oportunidades educativas a personas que enfrentan barreras económicas o sociales, se genera un efecto o reacción en cadena que transforma la vida del estudiante, de su familia y de la sociedad en la que este se desarrolla.
El acceso a oportunidades educativas implica identificar, reconocer y cultivar talentos que, de otro modo, podrían quedar excluidos o desaprovechados por las asimetrías propias del sistema. Brindar oportunidades de superación es darle a una persona la herramienta más poderosa para cambiar su destino: conocimiento.
Es por ello, que estoy convencida de que la Universidad Santa María La Antigua, a través del programa de Excelencia y Honor al Mérito, al brindarme la oportunidad de estudiar una Licenciatura en Derecho y Ciencias Políticas con una beca completa en momentos en que no tenía los recursos para hacerlo, me brindó a su vez la oportunidad de construir el puente que me permitiría acercarme a mis logros y objetivos de vida.
¿Qué tal ha sido su experiencia como graduada de la USMA?
Mi experiencia como graduada de la Universidad Santa María La Antigua ha sido un viaje de hermanamiento con la institución que me brindó una oportunidad de superación única, a través de uno de sus programas insignia».
Ha sido además, un recordatorio constante de la importancia que adquiere una educación centrada en el compromiso ético-social, a través de un acompañamiento que va más allá de la doctrina del aula; y que involucra un proyecto social de comunidad, que a la luz de la pensadora española, Adela Cortina, el ser humano debe desarrollar en base a una ética de compromiso con el bienestar colectivo, que en mi caso se ha fortalecido gracias a mi experiencia como alumna en su momento y ahora como graduada, 15 años más tarde.
¿Qué mensaje les brindaría a los jóvenes de hoy que estudian en la USMA?
A nuestros jóvenes usmeños les diría que, pese a los tiempos de turbulencia e incertidumbre que vivimos a nivel global, no se paralicen o dobleguen ante el miedo a lo desconocido, ya que aún en las circunstancias más adversas, siempre hay opciones honestas para hacer lo que se debe hacer cuando se debe hacer.
Los animo a iniciar y/o profundizar en la búsqueda de ese “momento de entelequia” en el cual sus pasiones, habilidades y vocaciones se entrelazan, dando sentido y propósito a sus vidas (Ikigai), recordándoles que la etapa universitaria no es solo un período de aprendizaje académico, sino una fase crucial de autodescubrimiento y definición de aquello que “son”, pero también de aquello que “pueden” y “deben ser”.
Mientras avanzan en su formación, los exhorto a aspirar a la excelencia y más que titulados, sean profesionales integrales. Conviértanse en líderes visionarios y transformacionales, en sus respectivas áreas, dispuestos a aportar al cambio positivo que anhela nuestra sociedad, ya que lo que hoy estudian, tiene un sentido más profundo, que la simple certeza epistemológica de lo que saben y se extiende al valor ontológico y axiológico, de lo que hacen con lo que saben.
Recuerden, además, que la universidad les proporciona una base de principios, pero la determinación, el compromiso y la ética deben emanar de un deseo genuino de actuar con honor en toda circunstancia y frente a todos los dilemas que se les presente como profesionales y ciudadanos del mundo, mientras alcanzan esa sensibilidad humana, tan necesaria para comprender la complejidad de la existencia humana, sus retos y la responsabilidad ante un mundo que los necesita.
¿Cuál es el mejor consejo que pudiera dar con respecto a esta profesión?
Como abogada, docente y diplomática de carrera, el consejo más valioso que puedo ofrecer es que la excelencia profesional no se circunscribe al dominio de un arte o técnica, sino que se extiende a la capacidad que tenemos de colocar ese conocimiento al servicio de nuestras sociedades, mediante un compromiso ético con el bien común.
Cada decisión, cada acción como seres humanos, debe estar guiada por un profundo sentido de responsabilidad hacia los demás y hacia uno mismo, ya que no basta con hacer lo que es legal y correcto cuando alguien nos ve; sino también hacer lo que es justo y legítimo, aún cuando nadie nos vea».
Ser un buen profesional es, en esencia, servir a la construcción de sociedades más justas, pacíficas y equitativas, por ende, es imperativo actuar con integridad, empatía, solidaridad y humanismo en todo momento, aún frente a dilemas éticos o decisiones difíciles, que puedan colocar nuestra conciencia y valores en arenas movedizas. Y cuando esto ocurra (porque ocurrirá), hay que preguntarse no solo si lo que hacemos es legal o permisible, sino también si lo que hacemos aporta, edifica y construye o, por el contrario, demerita, menoscaba y destruye, teniendo en consideración que la auténtica excelencia profesional se alcanza cuando combinamos habilidad técnica con un compromiso ético inquebrantable en beneficio del bien común.
¿Dónde labora actualmente?
Actualmente laboro en el Ministerio de Relaciones Exteriores como parte del Despacho Superior, oportunidad que logré luego de participar en el concurso de ingreso a la carrera diplomática en un proceso repleto de retos y desafíos, desde pruebas, exámenes de conocimiento, cultura general y ejecutorias; así como una entrevista personal y un proceso académico que culminaría en una experiencia sumamente enriquecedora en la que aún me encuentro inmersa.
¿Lidera alguna organización? ¿Cuál?
La pandemia exacerbó profundas asimetrías existentes en materia de acceso a espacios de enseñanza aprendizaje accesibles a todos, por ende, decidí estudiar docencia superior y contribuir a brindar junto a mi madre Ivett Eliana Álvarez y otros profesionales, asesoramiento y tutorías a estudiantes universitarios en distintos ámbitos, lo cual ha fortalecido un movimiento de profesionales multidisciplinarios que buscan contribuir a la educación y nos encontramos liderando dicho movimiento en estos momentos.
¿Pertenece a alguna agrupación o asociación de profesionales?
A lo largo de mi vida he pertenecido a diversas organizaciones, como el Consejo Nacional de la Juventud, en donde como coordinadora del área de Panamá Centro pude contribuir durante años, conjuntamente con un grupo de líderes a su creación y fortalecimiento, lo cual, a su vez, tuvo un rol preponderante en la formalización del Consejo de Políticas Públicas de Juventud.
Actualmente soy miembro del Colegio Nacional de Abogados y del movimiento Eduparadigma21.
¿Pertenece a alguna organización como voluntaria?
Durante toda mi vida he sido voluntaria en distintas organizaciones y movimientos. Sin embargo, he sido muy crítica, con respecto al verdadero sentido que debe adquirir el voluntariado como herramienta social de gestión del cambio, más que como forma de acumulación de ejecutorias, que en ocasiones termina desvirtuando el propósito social que debe tener la labor de voluntariado.
Actualmente dirijo un movimiento anónimo de ayuda a personas de escasos recursos y colaboro con una plataforma virtual, que, entre otros proyectos, gestiona un programa social de apoyo a estudiantes, en alianza con el Centro de Diagnóstico, Investigación y Capacitación Pedagógica Permanente (Cediacapp), que ofrece cursos de formación docente para el mejoramiento de competencias a educadores del país.
¿Si tiene alguna publicación destacada que quisiera se mencione en su perfil?
Tengo varias publicaciones, principalmente en el área de mejoramiento de la gestión pública, modernización institucional y gobernanza ética de la inteligencia artificial. Sin embargo, destacaría mi contribución a la revista de la Red de Expertos Iberoamericanos en Calidad de la Administración Pública donde exploré el tema “La Gestión Pública en Panamá: Realidades y retos” desde una perspectiva inquisitiva y propositiva de cara a la modernización de la gestión pública en Panamá, como parte de muchas reflexiones sobre la necesidad fortalecer la ética y transparencia pública y la prestación de servicios públicos de calidad por parte de nuestras instituciones públicas.