Luego de realizar su práctica profesional, dos jóvenes recién graduados de bachiller, encontraron en la Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA) la oportunidad de tener su primer empleo.
Es una experiencia a la que conceden relevancia porque generalmente se enfrentan a un mercado laboral que los bloquea o descarta por no haber tenido un empleo.
En pocos meses de trabajar en la USMA, Jamal Montenegro Valencia nos cuenta que se sorprende por el avance que ha tenido en sus habilidades para comunicarse. El tímido joven ahora responde llamadas, envía correos y tiene intercambios, cara a cara, con otras personas, con seguridad y firmeza, confiado de que lo hace bien. Lo que para muchos es irrelevante, para él es un logro.
“De dónde vienes no te define, sino que tú defines quién quieres ser”, responde cuando abordamos el tema del lugar donde reside, en San Miguelito, el que es inseguro. Cuando era niño los vecinos le aconsejaban que tenía que ser duro para sobrevivir, pero ese no es el carácter de Jamal, a quien desde pequeño le gustaba ayudar a las personas, y servir.
Creció con su mamá, quien mantenía a sus hijos con la reventa de billetes y cocinando en una especie de fonda. Por eso, se crió sin compañía y pasó su infancia solo. Era el mundo yo, dice Jamal, quien confiesa que eso no lo afectó, como tampoco le afectó el comentario despectivo que hizo una de sus profesoras, al enterarse de su lugar de procedencia.
A los 11 años comenzó a cocinar y después vendía tanto comida como dulces.
Su primaria la cursó en la Escuela Carlos A. Mendoza y el Bachillerato en Tecnología e Informática, en el Instituto Rubiano. Nunca repitió una materia y, por su índice, pudo hacer su práctica.
“Cuando llegué a la USMA a hacer la práctica me sentía nervioso porque es una universidad con altos estándares, pero me prometí esforzarme al máximo y demostrar que podía hacerlo. En la USMA me sorprendí de mis capacidades. Me siento agradecido por la oportunidad; es un sueño hecho realidad”. |Jamal Montenegro.
Cuando recibió su primer pago quedó atónito. Le dijo a la mamá: “Señora, aquí el súper lo voy a hacer yo”. Y así fue. Jamal compró lo que quería comer.
De la universidad le gusta cómo lo han tratado, lo que le han enseñado, cómo conviven. Se siente feliz de desempeñarse como agente técnico de servicios académicos y administrativos en el Instituto Técnico Universitario Multisectorial (ITUM) de la USMA.
Después de su jornada de trabajo se dirige al ITSE, donde estudia el Técnico en Ciberseguridad. Jamal quiere especializarse para contrarrestar a los hackers, para ser un experto en trazar líneas de defensa ante los ataques.
Contable en formación
Oneis Araúz es otro valioso joven que en 2024 tuvo su primer empleo, luego de realizar su práctica. El egresado en Comercio del IPTC Nicolás del Rosario fue contratado en el Departamento de Contabilidad de la USMA.
Comenta que sintió mucha alegría cuando lo llamaron para trabajar. “Luego de mi práctica me fui con una buena impresión de la universidad, donde si bien no todos son profesores, a las personas se les nota las ganas de enseñar”.
“Cuando cobré mi primera quincena me fui a comer, al cine, le di algo a mi mamá . Poco a poco he ido aprendiendo cómo administrar el dinero. Ahora sé que lo primero es el pasaje y guardar algo”. | Oneis Araúz
A Oneis le gusta el ambiente de trabajo, donde reina la cooperación mutua. Sus compañeros siempre están dispuestos a orientarlo, ayudarlo, a enseñarle con paciencia, lo que le ofrece seguridad y lo anima a seguir esforzándose. Entre sus planes está especializarse en contabilidad y auditoría.
Atender los detalles en la dirección donde trabaja, seguir los procesos, comunicarse con estudiantes y otros departamentos, estar consciente de la responsabilidad que tiene, son aspectos que se destacan en su aprendizaje durante los siete meses que tiene de laborar en la USMA.
Es consciente de que a los jóvenes les es difícil encontrar un primer empleo, pues sus compañeros del bachillerato no lo han logrado, en tanto que otros aprovechan el tiempo para avanzar en la universidad.
Aunque su círculo social se ha reducido porque está ocupado, valora lo que ha aprendido y se muestra optimista de continuar por la ruta de la mejora continua.