La lectura es una fuente invaluable de conocimiento. A través de ella podemos conocer nuevos lugares, personas, animales, explorar nuestros sentidos y trasladarnos al escenario donde se desarrolla la historia. La lectura nos enseña a comunicarnos, cómo expresar nuestras ideas y cómo describirlas para que, aquel que nos lea pueda sentirlas e imaginárselas como queremos.

Por medio de la lectura aprendemos a expresarnos, a escribir, a pensar y emitir comentarios o críticas. Ampliamos nuestro vocabulario, nuestros horizontes y se despierta tanto la creatividad como capacidad de análisis. Por ello resulta fundamental que el sistema tanto educativo como familiar fomente en las nuevas generaciones el hábito de la lectura, ya que les están regalando la principal herramienta para que el aprendizaje sea óptimo, pues estará basado en el análisis del individuo, en su capacidad de entender, indagar y concluir. Mas no así, del tradicional y nefasto sistema de memorizar, generando mentes vacías y niños sin criterios, negándoles lo más lindo de su infancia, su capacidad innata de querer descubrir el mundo.

Estudios han revelado que la falta de orientación y los bajos niveles de escolaridad están impactando negativamente al aporte sociocultural que los ciudadanos están dejando como legado en las generaciones actuales y venideras, ya que la brecha de la educación es profunda, especialmente en países con menor desarrollo económico. La reacción colateral de este panorama es el aumento de la deserción escolar, el trabajo infantil o juvenil, embarazos a temprana edad, disminución de la matrícula a nivel universitario, disminución de profesiones capacitados, entre un sinnúmero de adversidades.

Como solución a esta problemática, diferentes entidades se están involucrando en la creación de planes educacionales con el objetivo de enseñarles a los estudiantes y acudientes, distintas metodologías de aprendizaje para disminuir estos indicadores. Entre ellas está la USMA con los programas de aprendizaje a distancia de lectoescritura. Esta iniciativa nace del deseo de disminuir la deserción escolar en la comunidad de Calzada Larga y ofrecerles la ilusión a los jóvenes del Centro de Educación Básica General María Latorre, de finalizar sus estudios de premedia y media, para que puedan tener la oportunidad de convertirse en profesionales.

Pertenecer al grupo de lectoescritura impactó en mi manera de estudiar y explicar, pues comprendí que para ser más efectivos debemos vincular lo que estudiamos con lo que vivimos día a día, ser más gráficos y dinámicos, y utilizar el tecnicismo solo cuando sea necesario. Desarrollando estos aspectos pude lograr avances en el aprendizaje de mi estudiante, pero, sobre todo, que el aprendizaje fuera a su memoria de largo plazo y no solo en el instante en que recibimos una determinada lección.

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión de esta Universidad.

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