Panamá avanza hacia el reemplazo de plásticos de un solo uso con la entrada en vigor de la Ley 187 del 2 de diciembre de 2020, la cual prohíbe desde el 1 de julio de 2021 la comercialización de hisopos para el oído, palillos para dientes, para cócteles y para caramelos, que tengan plástico, así como varillas plásticas para sostener globos, cobertores de plástico para ropa de lavandería y anillos para latas.
Esta ley también contempla que, a partir del 1 de julio del 2022, no podrán venderse empaques plásticos para huevos, revolvedores de plásticos desechables y platos plásticos desechables. Desde el 31 de diciembre del año 2023 se prohibirá la comercialización de los carrizos fabricados con este material.
La implementación de esta medida busca eliminar de forma gradual la adquisición de productos plásticos de un solo uso y promover una cultura de sensibilización, educación y comunicación sobre los impactos ambientales que estos causan.
Según el Ministerio de Ambiente, se estima que los carrizos tardan al menos 200 años en degradarse y los anillos plásticos para latas, aproximadamente 400 años. Estos productos están hechos total o parcialmente de plástico y son diseñados para ser usados una sola vez; al ser desechados de forma inadecuada, llegan a ecosistemas terrestres y acuáticos. Su largo proceso de descomposición genera micropartículas de plástico, las cuales contaminan las aguas y el aire, dañan la fauna marina y pueden llegar a ser ingeridas por el ser humano.
En julio de 20219 Panamá se convirtió en el primer país de Centroamérica en prohibir el uso de bolsas plásticas por medio de la Ley 1 de 19 enero 2018, con el objetivo de promocionar el uso de bolsas reutilizables en establecimientos comerciales y optar por alternativas sostenibles, que generen un menor impacto al ambiente y la salud.