I Congreso Latinoamericano de Pastoral de Turismo
La Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA) fue sede del Primer Congreso Latinoamericano de Turismo en Panamá, del pasado 25 al 29 de septiembre. El encuentro fue propicio para desarrollar temas como el turismo, la peregrinación y el desarrollo sostenible.
El Arzobispo de Panamá y Gran Canciller de la USMA, Mons. José Domingo Ulloa, encargado de inaugurar este congreso, destacó que la Pastoral de Turismo nació en el año 1963 en la Iglesia; y aproximadamente hace 15 años en la Arquidiócesis de Panamá, y desde entonces ha concretado favorablemente sus objetivos.
La Pastoral de Turismo considera que la oportunidad del descanso genera la posibilidad de conocer otras personas y beber de la riqueza del patrimonio cultural e histórico que cada pueblo pueda ofrecer. Este es un mecanismo de evangelización, para anunciar la buena nueva, mencionó Monseñor.
En este congreso, los panameños nos preparamos para presentar lo mejor que tenemos para ofrecerle a los jóvenes que nos estarán visitando del 22 al 27 de enero de 2019 en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), al final ellos son los mejores promotores de nuestro país, señalo Mons. Ulloa.
En el marco de la JMJ, Monseñor Francisco Froján Madero, de la Secretaría de Estado del Vaticano, encargado de Centroamérica, destacó “Más que un reto, la JMJ representa la más grande inversión turística en Panamá como país”.
Toda la atención del mundo estará centrada en Panamá durante este evento, tomando en cuenta que adonde llega el Papa Francisco, son miles de periodistas que se desplazan a este evento, y esta es la oportunidad de posicionar al país como destino turístico, señalo Mons. Froján.
Los operadores de turismos, invitados a este congreso pusieron sobre la mesa su preocupación por la calidad de servicio que brindarán los panameños a los visitantes, e hicieron un llamado para que sonrían, traten bien a los peregrinos y no permitan que se lleven una mala imagen de Panamá. Asimismo, hicieron un llamado para que, los que acojan a los peregrinos en sus hogares, les ofrezcan todas las facilidades posibles para hacer grata su visita y deseen regresar.
Para los operadores turísticos, el panameño será el nervio motor de la JMJ y deben convertirse en generadores de sonrisas y una buena atención. De ello dependerá el éxito de la actividad.