Durante los viernes de Cuaresma, los miembros de la Comunidad Universitaria representada en todos sus estamentos vivieron el vía crucis, reflexionando y meditando y orando en torno del camino de nuestro Señor Jesucristo con la Santa Cruz.
Estas celebraciones permitieron a los miembros de la Comunidad hacer un alto en sus actividades y compromisos diarios para que, en profunda actitud de oración, se reflexionara en los diferentes momentos de sufrimiento y pasión vivido por Jesús en su caminar con la cruz.
El vía crucis además de recordar los pasos dados por Jesús en su pasión es un fuerte llamado a valorar el sacrificio de Cristo por nosotros y que este sacrificio realizado por Jesucristo refuerza nuestra interioridad y espiritualidad para que de esta forma se fortalezca nuestra fe.
Este camino de Jesús está lleno de dolor, lágrimas, sufrimientos y esperanza. Esperanza que se reafirma porque el final no es la muerte sino la resurrección la que sale victoriosa. La resurrección, como gran momento de estos acontecimientos, nos presenta a un Dios que cumple su promesa con toda la humanidad.
Esta celebración vence a la muerte para siempre y nos presenta un Cristo vivo eternamente al lado del hombre atento a su desarrollo y necesidades.