No es demasiado pronto para ponernos a pensar cómo queremos vivir este 2019. Y es que entre los estudios, trabajo y vida social se nos pasa el año sin darnos cuenta. Por eso es necesario tomar un momento para establecer objetivos que nos ayuden a disfrutar al máximo este nuevo año.
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Rendición de cuentas.
Para aprovechar el 2019 debemos tener claro qué métodos no funcionaron en el 2018. Así que, a conciencia, haz una lista de lo positivo y lo negativo. Los resultados de este balance te dirán cuáles son las mejores técnicas para implementa este año.
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¿Qué te motiva?
Haz un examen de conciencia, pregúntate qué te motiva. Identifica los factores que te impulsan y céntrate en ellos. Puede ser graduarte de la universidad, bajar de peso o ahorrar para conocer tu país soñado. Con esto en mente, por más que se compliquen las cosas, tendrás algo que te hará seguir.
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¡A la basura!
Desecha todo aquello que no sirvió el año pasado. No ates una nueva oportunidad a los fracasos del año pasado. Actitudes, pensamientos, recuerdos que no fueron positivos para ti ya no lo serán. Este inicio de año conviértete en una página en blanco. Renuévate y dale oportunidad a que cosas nuevas lleguen a tu vida.
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Planifica.
Esto de la página en blanco no significa que vamos a dejar todo al destino. Si queremos cumplir objetivos, necesitamos tener un plan pero realista. En ocasiones nos dejamos llevar por la emoción y escribimos objetivos imposibles dentro de nuestra rutina diaria. Analiza tus actividades y de manera consciente añade poco a poco las tareas que quieres agregar.
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Rutinas.
Todos aman las vacaciones y tener que volver a la rutina es una pesadilla. ¿Qué tal si construyes una rutina de la cual no necesites vacaciones? Enterrarse en los quehaceres no es saludable, es bueno darse recompensas para mantener la motivación. Por esto, agrega a tu rutina cosas sencillas para darle un toque diferente. La creatividad será tu mejor amiga, por ejemplo, puedes hacer días temáticos donde la comida o la música giren en torno a tu país favorito.
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Mantén las cosas simples.
No te alteres por los objetivos del nuevo año impuestos por la sociedad. Por ejemplo, se espera que todas las personas tienen que ir al gimnasio porque acaba de empezar el año. No dejes que eso te atrape, al final terminarás pagando un mes de gimnasio y como mucho irás una semana. Haz las cosas cuando quieras hacerlas, que tus acciones vayan de acuerdo con tus objetivos.
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Hazlo al revés.
¿Por qué repetir lo que hiciste en el 2018? Aprende de tus errores y toma decisiones diferentes. Rompe el patrón que dibujaste el año pasado, no puedes esperar resultados diferentes si tomas las mismas decisiones. A modo de ejemplo, si sabes que una persona te irrita, ignórala.
No desees un buen año… ¡haz que pase!
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