El Padre Ángel Iván García, director del Instituto Teológico Monseñor Marcos Gregorio McGrath, afiliado a la Pontificia Universidad Javeriana y adscrito a la Facultad de Humanidades y Teología de la Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA), cuenta en la siguiente entrevista, realizada por la Dirección de Relaciones con los Egresados, cómo ha sido su experiencia como egresado usmeño, los desafíos que ha enfrentado y sus mayores logros.

Actualmente, el Padre García es párroco en la Parroquia Santa Rita de Cascia, perteneciente a la Arquidiócesis de Panamá y docente en la Facultad de Humanidades y Teología y entre sus mayores desafíos está la concienciación que todos los cristianos estamos llamados a cuidar y a salvaguardar la casa común.

Es autor del libro: La casa común a la luz de la antropología teológica de Leonardo Boff al Papa Francisco.

Entrevista

  1. ¿Qué marca dejó la USMA en su formación personal y profesional y cómo ha sido su experiencia como graduado usmeño?

Es innegable que la USMA impregna en sus estudiantes el humanismo cristiano y los principios éticos y morales que deben regir en la persona y en el ejercicio de su profesión. Ante todo, está el cuidado de la vida de todos los seres humanos de manera integral. La USMA nos enseña a ser emprendedores, tomando en cuenta que todo proyecto que promueva el desarrollo de los pueblos, en cuanto a ciencia y tecnología, deben estar cimentados en valores donde se priorice la vida y la dignidad de las personas. El desarrollo y la técnica no puede estar por encima de la vida, la dignidad y la integridad de las personas. Los principios éticos, cristianos y morales aprendidos en la USMA no pueden ser negociables por encima de cualquier interés mezquino y egoísta que busca el bienestar de unos pocos y que hunde en la pobreza y en la miseria al resto de la población.

  1. ¿Cuál fue la inspiración para escribir su libro?

Detrás de este libro está la indignación ética que experimentan muchas poblaciones en América Latina que son expropiadas de sus territorios, especialmente, las comunidades indígenas y campesinas, que son obligadas a migrar a otros territorios debido al establecimiento de empresas mineras-extranjeras auspiciadas por los estados y por los políticos de turno. Para ellos nuestra felicitación, admiración y respeto por su luchan incansable en la preservación de la naturaleza y sus territorios. Finalmente, para aquellos que han ofrendados sus vidas, a quienes los poderosos de este mundo les han arrebatado sus vidas por convertirse en opositores frente a proyectos de muerte. Estos se constituyen para todos nosotros en mártires de la ecología, porque han defendido el bien común y la vida frente a toda circunstancia.

  1. ¿Qué mensaje central desea transmitir a los lectores?

Considero que el mensaje central nos alerta a todos a cuidar la casa común, el lugar donde habitamos, a partir de una ecología relacional e integral. Esto implica que todos en la casa común estamos relacionados; no es posible vivir en esa casa común promoviendo la fragmentación. Por tanto, es un llamado para que, de manera comunitaria, nos esforcemos por dar de lo mejor de cada uno para salvaguardar esta casa donde habitamos. Esto implica, respetar al ser humano, los ritmos de la naturaleza, poniendo en práctica acciones de solidaridad, fraternidad, justicia y derecho. Para vivir en la casa común de manera relacional e integral es necesario tomar en cuenta los principios y elementos que forman parte de la cosmovisión de los pueblos originarios y su sabiduría ancestral, los cuales sirven de confrontación a los modelos antropocéntricos y tecnocéntricos de la cultura occidental, y pueden convertirse en medios alternativos para prevenir y paliar la crisis socioambiental que vive nuestra casa común. Se puede aprender de los pueblos originarios la forma como conciben la naturaleza, sintiéndose parte de ella, y en comunión profunda con los demás seres que habitan la tierra.

Los pueblos originarios han sabido cuidar y proteger la naturaleza desde siempre; actualmente siguen siendo víctimas de exclusión, marginación e incluso de persecuciones por la defensa de sus territorios y el cuidado del medio ambiente. Atentar contra el medio ambiente, es atentar contra su misma cultura, puesto que un pueblo indígena se autodefine en relación con el medio ambiente. La propuesta de cuidado de la casa común, que presentan los pueblos originarios, se presenta como una espiritualidad holística que contempla al hombre y la mujer en relación de comunión y de servicio ante la creación entera. La grave crisis ecológica es una llamada a volver la mirada hacia los pueblos originarios, ya que a través de su cosmovisión y sabiduría ancestral han sido desde siempre celosos cuidadores del medio ambiente y de la vida. Los pueblos originarios experimentan en la vida cotidiana esa relación y conexión vital con la naturaleza; además, se entienden y auto comprenden dentro de esta dinámica de relaciones que se establecen en la casa común.

  1. ¿Existen otros autores o libros que hayan influido en su escritura?

Los autores que han influido en la redacción de esta obra han sido el teólogo latinoamericano Leonardo Boff y el Papa Francisco, pensadores cristianos aceptados, estudiados, y con autoridad moral, tanto por cristianos como no cristianos; incluso se han convertido en un punto de referencia obligado sobre el tema del cuidado de la casa común. Nos hacen tomar conciencia en cuanto a las acciones irresponsables que está efectuando el hombre en perjuicio del medio ambiente y la calidad de vida de las personas. A partir del pensamiento teológico de Leonardo Boff y del Papa Francisco, es posible potenciar decididamente un compromiso de humanización y transformación por un mundo nuevo, capaces de armonizar la fe auténtica y la defensa de la vida, especialmente la humana.

  1. ¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentó al escribir este libro y qué aportes brinda?

Considero que el mayor desafío al escribir esta obra pasa por tres fidelidades:

La primera, ser fiel al pensamiento teológico de Leonardo Boff y el Papa Francisco. La segunda, aplicar el método hermenéutico de interpretación del pensamiento de Boff y Francisco, sin alterar el contexto y llevarlo a la situación actual que viven nuestros pueblos.

La tercera, y considero la más importante, ser fiel al pueblo de Dios, especialmente a los vulnerables, a los que lo han perdido todo a consecuencia de proyectos de muerte y que hoy no son escuchados. Ante todo, la fidelidad a los «sin voces» a aquellos que han sido silenciados de manera parcial o definitiva.

  1. ¿Qué retroalimentación ha recibido de sus lectores hasta ahora

Algunas personas que se han acercado a mí, desde el día que se hizo la presentación del libro en la USMA, me han expresado el valor fundamental de la obra. La Teología tiene también una respuesta o muestra alternativas frente a los problemas socioambientales que vive la humanidad. La Teología no sólo se queda en el aula de clase, o meramente un estudio académico, sino que también descubre que la naturaleza y los pobres constituyen lugares teológicos, donde el teólogo debe reflexionar y ofrecer alternativas y sobre todo cuando está en peligro la obra de la creación y la vida de los inocentes. La Teología juega un papel importante en la pastoral, posibilita procesos de liberación y toma de conciencia frente a los problemas que enfrenta el ser humano en el mundo. Los contenidos de esta obra provocan al lector a tomar conciencia de la responsabilidad en el cuidado de la casa común y el establecimiento de diálogos en vistas a establecer estrategias que puedan solventar la crisis medio ambiental que vive nuestro planeta.

  1. ¿Cuál sería su mensaje final?

Esta obra construida desde una Antropología Teológica en mutua relación con lo creacional y ecológico, y desde una teología contextual, abrirá espacios para el diálogo, para el compromiso, y para la toma de conciencia, desde la fe cristiana, en favor de la defensa de la vida; todo ello implica el respeto a la dignidad del ser humano, la cultura y la protección y el cuidado del medio ambiente, la casa común. Es necesario recuperar el sentido original de la creación interdisciplinarmente, desde la teología, los textos bíblicos y las ciencias humanas, para iluminar y orientar una genuina y permanente conciencia ecológica. Para este fin, es obligado tener en cuenta la riqueza insondable que poseen las culturas originarias en su cosmovisión de la naturaleza y el sentido sagrado que representa para ellas, con un diálogo y un encuentro que conduzca a la entera humanidad a aunar y conjuntar sinérgicamente sus esfuerzos y recursos en la lucha por el «cuidado de la madre y hermana Tierra, la casa común».

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