La USMA realizó un Responso Literario dedicado al destacado docente, escritor y gestor cultural panameño Ariel Barría Alvarado. En el acto se destacaron sus virtudes como hombre de letras y merecido ganador de prestigiosos premios literarios, resaltando su sencillez, su cálida y sincera amistad, desprendimiento y sabiduría, sin vanagloria.
En el programa del Responso Literario, organizado por la Vicerrectoría Académica y la Dirección de Vida Universitaria, participaron amigos y estudiantes que presentaron sus testimonios, experiencias vividas y conocimientos compartidos por el profesor Barría, que emanaban de su particular arte de dar. Entre las letras descansa el alma del destacado panameño Ariel Barría, quien llegó a este mundo para hacer brillar la literatura un 23 de marzo de 1959 en Las Lajas, provincia de Chiriquí. El licenciado en Humanidades y Profesor de Español, quien también obtuvo un postgrado en Docencia Superior, inició desde muy joven ganando premios, becas y otras distinciones nacionales e internacionales, como el Concurso Intercolegial del Ministerio de Educación, el Concurso Nacional Histórico Literario de 1976, el «Premio Panorama Social» de cuentos y el Premio «Pablo Neruda», entre otros.
Una de sus más admirables hazañas fue ganar 5 veces el premio Ricardo Miró con su prosa creativa y cautivadora. Sus obras premiadas «La loma de cristal», «La casa que habitamos», «Ojos para oír», «Las canciones que el público nos pide» y «Losa doce», quedarán como un regalo literario invaluable a nuestra cultura.
Ariel Barría, quien con una sonrisa recibía cada reto, también nos legó otras creaciones como «Al pie de la letra» y «En nombre del siglo».
Su labor como director de la Editorial La Antigua facilitó la publicación de un sinnúmero de obras en diferentes géneros y áreas académicas, incentivando el nacimiento de nuevas generaciones de escritores en Panamá.
“Como profesor destaco su abnegación y pasión por enseñar. Su dedicación lo llevó a estar presente no solo en cursos regulares de la universidad sino en otros muchos que se generaban dentro y fuera de la USMA, y lo hacía con el método de aprender haciendo. Ese método, que le daba grandes resultados, hizo que muchos de sus cursos culminaran con la creación, la edición y publicación de una obra por parte de sus discípulos”, destacó el señor rector, profesor Francisco Blanco, en un comunicado emitido a la comunidad universitaria.
Su herencia, además del honor que le otorgó a su progenie, se destaca en las aulas, donde, con ferviente pasión, instruyó a miles de estudiantes en el uso correcto del español y la semiótica, transmitiendo una adoración infinita por las artes literarias, utilizando su experiencia de vida para inspirar a cientos de nuevos soñadores.
Gracias profesor Ariel, su patrimonio vive y será eterno en nuestros corazones; que su partida a la casa del Padre nos ayude a construir una mejor Comunidad, inspirados por su quehacer.
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