A diario millones consumen y creen en noticias falsas. En España una investigación sobre el impacto de las “fake news” reveló que el 86% de los encuestados tienen dificultades para distinguir entre una noticia falsa de una verdadera. El estudio lo hicieron investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y la empresa Simple Lógica dedicada a estudios de opinión e investigación social.
Por mucho tiempo narraciones históricas han publicado mentiras. La llegada de los europeos a diversas regiones del planeta se presenta como un hecho heroico y libertario, verbigracia de los españoles en América.
La propaganda política ha difundido mentiras como estrategia de manipulación y dominación. El estadounidense Noam Chomsky, lingüista, académico, y estudioso del fenómeno de los medios, en su obra “Cómo nos venden la moto”, señala que la mentira y el uso de la propaganda fueron estrategias políticas utilizadas durante la Primera Guerra Mundial para influir en el pensamiento del ciudadano norteamericano.
De acuerdo a Chomsky el presidente estadounidense Woodrow Wilson, electo en 1916, había decidido que el país tomara parte en el conflicto europeo. Para ello creó una comisión de propaganda la cual en seis meses logró, con el apoyo de los medios masivos, cambiar el pensamiento pacifista de los norteamericanos en un pensamiento a favor de la guerra. Aquella propaganda empleó una serie de mentiras sobre hechos supuestamente cometidos por los alemanes, como las barbaridades perpetradas contra niños belgas, cuyos miembros eran arrancados.
En 1971 los diarios The New York Times y The Washington Post sacaron a la luz los “Papeles del Pentágono”. Los documentos revelan las mentiras vertidas a la opinión pública norteamericana para justificar la intervención de Estados Unidos en la Guerra de Vietnam.
En febrero de este año el Ministerio de Relaciones Exteriores de China desmintió publicaciones del The Wall Street Journal calificándolas de noticias falsas. Según el medio digital Sputnik, el periódico estadounidense reveló que diplomáticos chinos mantenían conversaciones en Washington con emisarios del autoproclamado presidente de Venezuela Juan Guaidó, sobre la deuda con Pekín y los proyectos petroleros.
Facebook y Twitter son redes de información y opinión, pero también poderosas empresas que manejan abundante información. Las interacciones de las personas por estas redes le permiten determinar las preferencias y gustos de sus seguidores.
Con los “me gusta”, Facebook y Twitter pueden saber más de lo que conoce una madre sobre su hijo o una esposa sobre su marido. Esto ayuda a posicionar mentiras en los laboratorios donde se estructuran las campañas de manipulación y engaño.
¿Qué hacer frente a las noticias falsas? Consultar fuentes confiables. Unos medios, más que otros, pueden ser fuentes confiables. Abstenerse de reenviar contenidos sin estar seguro que sean ciertos.
Hay que dudar de aquellas informaciones cuyos datos son confusos y carentes de suficiente contexto. Aun cuando estas sean publicadas por medios supuestamente confiables. Algunos medios tienen poca reputación por las mentiras que han publicado. Evite consultar y compartir contenidos cuyos autores son desconocidos, abundan en las redes sociales, suelen ocultarse tras la sombra del anonimato y acostumbran publicar medias verdades y noticias falsas.
Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión de esta Universidad.
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