retos

2020… al mirar atrás, en este proceso de resiliencia, necesario para afrontar los retos de un año muy difícil y triste, recapacitamos en nuestras acciones.

Iniciamos recordando el alto obligado, en el ritmo de vida que llevábamos hace 10 meses, cuando en Panamá se detecta el primer caso de COVID-19, donde enfatizo el trauma de un confinamiento que nos ha sumido en la incertidumbre de una situación que no podemos controlar, que ha traído luto y dolor a muchas familias, donde a pesar del reto que implica, también se nos han abierto  oportunidades, tales como el aprendizaje de sistemas de comunicación en líneael manejo de plataformas virtuales, sistemas de información remotos, uso de redes sociales “con sentido”, compras en línea de lo insospechado, lo cual nos demuestra de lo que somos capacesreaccionar, improvisar y reforzar recursos para solucionar.  

Muchos aprendimos este 2020 que pueden ser tan efectivas las reuniones por medios virtuales como las que hacíamos presencialmente, quizás más concretas y efectivas… y ni se diga de las clases en línea, a lo que muchos se resistían y veían como un futuro algo lejano aún, pues está aquí y se queda, hay que seguir trabajando y mejorando lo que hemos logrado.

Mas allá de los aprendizajes, también me gustaría hacer referencia a lo relevante que se ha vuelto la salud, en particular la mental, para muchos, hasta hace poco, no nos sonaba la necesidad de tener sesiones de relajación, yoga o terapias de ningún tipo, hemos aprendido y aceptado que es normal que nuestro ser requiera atención emocional, ya que no podemos aspirar a controlar todo y debemos lidiar con eso.

¿Qué es lo que más extrañas de la “normalidad”? Yo, en esta reflexión puedo asegurar que lo que más extraño es el calor humano de un fuerte abrazo, pues, aunque me hace muy feliz tener la posibilidad de abrazos en mi burbuja familiarme doy cuenta del valor infinito en esa manifestación de cariño, que viene de una amiga o amigo, de un familiar o de alguien que nos transmite su aprecio con un fuerte abrazo, para mi esta acción es de un valor incalculable y tomé conciencia de ello.

Recientemente escuché un podcast sobre Vivir en Gratitud, que atinado fue para mí, pues me ayudó a entender que no todo tiene una causa o una explicación y que hay un porcentaje de aceptación que nos ayuda a Vivir en Gratitud, en mi caso agradezco por los logros, los aprendizajes, las barreras superadas, por la salud, por el tiempo en familia, que va desde volver a cocinar en casa, algunas veces juntos, otras en solitario, compartir las pequeñas cosas elementales de la vida, hasta entender nuestras propias necesidades individuales, ha sido un reset positivo.  

Es bueno mirar hacia nuestro interior y reconocer nuestras fortalezas y debilidades, escuchar nuestro ser y aprender a confiar en nosotros mismos y en los demás.

Con tantas experiencias, les deseo a todos una Navidad de agradecimiento por la vida y la salud y por los tiempos compartidos con la familia, amigos y, sobre todo, con los que ya no están¡Un fuerte abrazo!

Por: Edna Caballero de Lasso, Coordinadora de Calidad y Programas de Maestría, Docente en la Facultad de Ingeniería y Tecnología – USMA

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión de esta Universidad.

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